Zaldibar

Rodeado de pequeñas colinas, Zaldibar es hoy un pueblo orgulloso de su legado histórico y de su tejido industrial. Este pequeño pueblo limita con Gipuzkoa y fue uno de los balnearios de Bizkaia durante el siglo XIX.

Los caseríos diseminados por su territorio forman los barrios de Zaldibar. Caseríos antiguos, construidos de caliza y madera tallada.

Zaldibar cuenta con un patrimonio artístico e histórico muy rico. Entre los edificios más significativos se encuentra la iglesia de San Andrés. En su origen fue una iglesia románica (s. XIII), conserva elementos góticos de la Edad Media y también elementos del siglo XVII y XVIII. Otro tesoro del patrimonio religioso de Zaldibar es el maravilloso calvario del siglo XVII. Donde se representan los padecimientos de Cristo tallados magistralmente en la piedra.

Por otro lado, en lo que respecta a la arquitectura civil, los caseríos de Zaldibar son espectaculares, y merecen especial atención las casas-torre: Zaldua (XV), Garitaonandia (XVII) y la de Eitzaga (XV), por ejemplo.

Zaldibar cuenta con un bello paisaje, un clima saludable, buen ambiente, tranquilidad y la hospitalidad de sus vecinos y vecinas. Desde las colinas de Zaldibar se observan bellos paisajes de los montes de Durangaldea. Desde Zaldibar podemos observar el mágico monte Anboto y el espectacular monte Oiz.

Las personas aficionadas al monte y a los paseos podrán disfrutar de ellos entre los barrios de Zaldibar, Las rutas son una oportunidad inmejorable para disfrutar de la naturaleza, el paisaje y el deporte. A través de las pequeñas rutas podemos ir de Zaldibar, pasando por todos sus barrios, hasta la localidad de Elorrio.