La Feria del Libro y Disco Vasco de Durango, Durangoko Azoka, se ha convertido en una cita ineludible, una oportunidad para reencontrarse con viejos amigos, una excusa para pasar el día, para estar al tanto de las últimas novedades, para volver a casa con el libro o disco firmado por nuestra escritora o músico favorito… todo eso y mucho más es Durangoko Azoka, una cita anual que ya se escribe con letras mayúsculas.
La iniciativa Durangoko Azoka la puso en marcha la asociación Gerediaga Elkartea en 1965. Ya entonces contaba con un objetivo claro: dar a conocer la producción editorial y discográfica de Euskal Herria durante la dictadura franquista, así como impulsar la literatura y la canción vascas de aquella época. También pretendía ser un lugar de encuentro para los diferentes sectores de la actividad cultural vasca.
Aquella primera edición de la Feria tuvo lugar en los soportales de la iglesia Santa María, el día de Todos los Santos, y participaron 19 expositores.
Hasta 1974 ese fue el lugar de exposición y venta de la producción en euskera, excepto en 1967, ya que se estaban llevando a cabo obras de restauración en Santa María. Vista la repercusión que habían conseguido las ediciones anteriores, el gobernador civil prohibió la celebración de la Feria en los soportales de la iglesia. Es por ello que se trasladó a la plaza del mercado, donde estuvo desde 1974 hasta 1996. En este intervalo de tiempo también se cambió de fecha y pasó a organizarse los primeros días de diciembre. Desde 2003, Durangoko Azoka se ha asentado en el pabellón multiusos de Landako.
Durangoko Azoka ha sido y sigue siendo una cita especialmente importante, ya que, además de exponer y vender libros y discos en euskera, se ha convertido en un lugar de encuentro de euskaldunes y aficionados a la cultura, y año tras años, cada vez son más las personas que acuden a Durango durante esas fechas. Además, durante la Azoka, tanto las lectoras como los aficionados a la música tienen la oportunidad de compartir espacio con sus autoras y músicos favoritos, ya que suelen aprovechar la ocasión para presentar sus nuevos trabajos. En la actualidad, además, la Feria cuenta con una amplia oferta en diferentes ámbitos y para todos los públicos.
Durante todos estos años, la Feria ha ido evolucionando y los espacios que representan las distintas disciplinas se han ido sumando: la sala de literatura infantil, que comenzó a abrirse vinculada a la Feria, es una oferta para acercar la literatura a los niños y niñas de hasta 12 años. En la actualidad se denomina Saguganbara.
Pero hay más. En 2008, se creó Ahotsenea, con la colaboración de Gerediaga Elkartea. En este espacio, se dan a conocer las nuevas propuestas musicales mediante actuaciones en directo y charlas.
En 2010, se crearon Irudienea y Szenatokia, para subrayar que las actividades audiovisuales y las artes escénicas también son cultura.
En 2012 se creó Kabi@ para experimentar en torno a nuevos modelos de cultura digital.
En 2010 se puso en marcha la feria online, obligados por la pandemia, pero dado que la esencia y el alma de la feria es el contacto directo, en esta edición de 2023 no se va a disponer la feria online.
Además de los espacios habituales, la Feria impulsa iniciativas extraordinarias y desde hace cinco años se organiza DA!PRO, para fomentar la colaboración entre creadores y programadores.
Fantasia es también el cartel anunciador de la edición de este año, que tiene su particularidad: se trata de una imagen tridimensional trabajada en realidad virtual. El autor Ximon Agirre ha modelado todas las imágenes del lugar a través de la realidad virtual y ha conformado un mundo imaginario que recoge los elementos de la Azoka.
Fotos: Durangoko Azoka y Gerediaga Elkartea